Receta tradicional de las Yemas de Santa Teresa de Castilla y León

Las Yemas de Santa Teresa de Castilla y León son un dulce tradicional de la repostería española. Esta receta auténtica y tradicional ha sido transmitida a lo largo de los años en la provincia de Ávila. Con ingredientes simples como yemas de huevo, azúcar y limón, se obtiene un delicioso y delicado dulce. Acompañado con una taza de café o infusión después de una comida, las yemas de Santa Teresa son un verdadero placer para el paladar. En este artículo, te revelaremos todos los secretos para preparar esta receta única. El artículo consta de los siguientes puntos: 1. Ingredientes 2. Preparación de las yemas de Santa Teresa 3. Tips y recomendaciones para obtener yemas de Santa Teresa perfectas.

Ingredientes

Para preparar las auténticas yemas de Santa Teresa de Castilla y León, necesitarás los siguientes ingredientes:

• yemas de huevo
• Azúcar
• Agua
• Piel de limón

Las yemas de huevo son el ingrediente principal de esta deliciosa receta. Asegúrate de contar con huevos frescos de buena calidad para obtener un sabor excepcional.

Además, necesitarás azúcar para endulzar las yemas y agua para preparar un almíbar. La piel de limón le dará un toque cítrico y aromático a las yemas de Santa Teresa.

Es importante destacar que la cantidad de azúcar y agua puede variar dependiendo de tus preferencias personales. Puedes ajustar las proporciones según el nivel de dulzura que desees obtener en el resultado final.

Asegúrate de tener todos estos ingredientes a mano antes de comenzar con la preparación de las yemas de Santa Teresa. Con ellos, estarás listo para seguir los pasos y disfrutar de este dulce tradicional.

Preparación de las yemas de Santa Teresa

Para realizar las auténticas yemas de Santa Teresa de Castilla y León, sigue los siguientes pasos:

1. Prepara los ingredientes necesarios: 12 yemas de huevo, azúcar, agua y piel de limón.
2. En una cacerola, mezcla el azúcar, el agua y la piel de limón para crear un almíbar. Calienta la mezcla a fuego medio hasta que el azúcar se disuelva por completo.
3. Mientras el almíbar se calienta, bate las yemas de huevo en un recipiente aparte. Asegúrate de batirlas lo suficiente hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
4. Cuando el almíbar esté listo, retira la piel de limón y comienza a añadir lentamente el almíbar a las yemas batidas. Es importante incorporar el almíbar gradualmente mientras se continúa batiendo para evitar que las yemas se cocinen.
5. Una vez que hayas mezclado el almíbar y las yemas, vierte toda la mezcla de nuevo en la cacerola y cocina a fuego lento durante aproximadamente 30 minutos. Durante este tiempo, debes remover constantemente la mezcla para evitar que se pegue en el fondo de la cacerola.
6. Después de 30 minutos de cocción, las yemas deberían secarse y despegarse de las paredes de la cacerola. En este punto, retira la cacerola del fuego y deja que la masa repose durante unas horas.
7. Una vez que la masa haya reposado, es momento de moldear las yemas. Toma pequeñas porciones de masa y dales forma de esferas. Para facilitar este proceso, puedes humedecer tus manos ligeramente con agua para evitar que la masa se pegue.
8. Por último, cubre las yemas moldeadas con una capa generosa de azúcar glasé. Esto le dará a las yemas una textura crujiente por fuera, mientras que el interior se mantendrá suave y delicioso.

Una vez finalizada la preparación, las yemas de Santa Teresa estarán listas para ser disfrutadas. Puedes degustarlas solas como un dulce exquisito o acompañarlas con una taza de café o infusión para realzar su sabor. Recuerda que las yemas de Santa Teresa son delicadas y se recomienda conservarlas en un recipiente hermético en el refrigerador, siempre consumirlas dentro de los días siguientes a su preparación para disfrutar de su frescura y autenticidad.

Tips y recomendaciones para obtener yemas de Santa Teresa perfectas

A continuación, te presentamos algunos tips y recomendaciones para lograr unas deliciosas yemas de Santa Teresa, manteniendo su autenticidad y tradición:

• Selecciona yemas frescas de buena calidad: Elige huevos frescos de gallinas criadas en libertad para obtener yemas de excelente sabor y textura.
• Bate las yemas adecuadamente: Asegúrate de batir las yemas hasta obtener una consistencia suave y sin grumos. Un buen batido es esencial para obtener una mezcla uniforme y una textura perfecta en las yemas.
• Incorpora el almíbar lentamente: Agrega el almíbar de azúcar y limón a las yemas batidas poco a poco, mientras sigues batiendo constantemente. Esto ayudará a que se mezclen de manera correcta y evita que las yemas se cocinen bruscamente.
• Cocina a fuego lento y con paciencia: Para obtener unas yemas de Santa Teresa perfectas, es importante cocinar la mezcla a fuego lento durante aproximadamente 30 minutos, o hasta que las yemas se sequen y se despeguen de las paredes. Ten paciencia y mantén el fuego bajo para evitar que las yemas se cocinen en exceso.
• Deja reposar la masa: Después de cocinar la mezcla, déjala reposar durante algunas horas a temperatura ambiente. Esto permitirá que la masa se asiente y adquiera la consistencia adecuada para su moldeo.
• Moldea las yemas con cuidado: Una vez que la masa haya reposado, moldea pequeñas esferas con las manos o con ayuda de una cuchara. Procura que las yemas mantengan su forma y no se aplasten durante el proceso de moldeado.
• Recubre con azúcar glasé: Una vez moldeadas las yemas, cúbrelas generosamente con azúcar glasé para darles ese toque crujiente y dulce característico. El azúcar glasé también protegerá las yemas y les dará una presentación atractiva.

Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de unas exquisitas yemas de Santa Teresa, auténticas y tradicionales, que deleitarán a todos los paladares. No olvides que estas delicias deben ser consumidas en los días siguientes a su preparación, para disfrutar de su textura suave y su sabor único.